Fernando Vásquez S.
Desde la segunda quincena de marzo, nos encontramos con un terrible problema sanitario en Chile, una pandemia a nivel mundial llegó y nos cambió todo. Entre las cosas que cambiaron está la implementación tecnológica a la fuerza. A partir de ahí, el gobierno inició varias medidas que cambiaron la rutina de muchos compatriotas. Las primeras medidas vinieron como “campaña” comunicacional, levantando conceptos tales como #QuédateEnCasa o #CuidemonosEntreTodos; para luego pasar a acciones más drásticas: confinamiento, suspensión de actividades escolares, “teletrabajo”, evitar aglomeraciones, y otras que ya conocemos. Con todo, nos vimos obligados a recurrir a las herramientas digitales disponibles, lo que a su vez, develó inmediatamente las carencias de cultura o educación digital en gran parte de la población.
La cultura digital es una pieza fundamental para producir valor en la economía, en la democratización del conocimiento, y en un sinfín de aristas de la sociedad. En la era tecnológica –donde estamos desde hace un buen tiempo atrás- nos hemos tenido que adaptar brusca y precariamente a sus reglas y logicas, sin haber creado un espacio formativo para muchas personas, que todavía hoy, viven en un analfabetismo digital y, por ende, ven limitadas sus posibilidades de formación, producción y operación de muchas de las acciones cotidianas.
Hoy, en medio de la crisis sanitaria, constatamos que si hubiese existido un proceso de formación digital en nuestra sociedad, tendríamos una mejor adaptación en la educación, la bancarización, trámites, y todo el quehacer que se ha visto alterado estos días.
La Cultura Digital, concepto del cual venimos escuchando y experimentando hace un par de años en nuestros entornos, es un proceso de alta complejidad y dedicación en grandes empresas (En las empresas suena como Transformación Digital) Un camino que se empezó a recorrer con desafíos tecnológicos relevantes en la vida de cada una de las personas y en la visión de las empresas.
En general, podemos distinguir tres elementos fundamentales para comenzar el proceso de formación digital:
- La Alfabetización Digital: por el impacto que tiene en generar habilidades en la utilización de tecnologías y medios digitales de forma segura, responsable y efectiva.
- La creatividad digital: la cual busca formar habilidades para desenvolverse en el ecosistema digital a través de la creación de contenidos, transformando ideas en realidad a partir del uso de herramientas tecnológicas.
- Por último, el emprendimiento digital, no sólo desde la perspectiva comercial, sino también como la posibilidad de utilizar los medios para resolver desafíos o crear oportunidades en las actividades cotidianas.
Ahora bien, el mayor problema es que esta cultura, no llegó a todos. No existe una formación para los “usuarios”, para el joven, el adulto o el anciano que requiere, más que nunca, este conocimiento .
Si el Estado tuviese un proceso digital avanzado con “usuarios formados” evitaríamos filas, atochamientos y otras formas que son focos de contagios en la crisis sanitaria que estamos viviendo.
El equipamiento tecnológico también es un desafío, desde la obtención a la implementación. Los smartphone de alta gama abundan en nuestro país, pero en muchos casos, responden al consumo de contenidos más que una utilización eficaz y productiva del dispositivo.
Más aún, los jóvenes y niños, denominados “nativos digitales”, también en su mayoría tienen un amplio manejo, pero en Redes Sociales. Estas no son la única forma de avanzar en procesos de digitalización. Si bien las RR.SS son un espacio de comunicación, de comercio, de encuentro, absolutamente válidos, pero no son los únicos.
Hoy más que nunca es evidente que necesitamos formar a nuestros niños y jóvenes en el uso de las herramientas tecnológicas; como también, es urgente medir y detectar las transformaciones que atraviesa la sociedad, y estimular las políticas y estrategias sociales. Con todo esto, podremos pavimentar el camino para avanzar como sociedad en su conjunto, hacia una verdadera culturización digital.